Unos artistas nacen, otros se hacen y otros jugamos a serlo imitando sus obras, trazando y pintando lo que esas manos plasmaron en sus lienzos como por arte de magia.
Soñar no cuesta nada y potencia la imaginación. ¿A qué aficionado no le gustaría que su obra se confundiera con el cuadro original pintado por alguien como Dalí o verla expuesta en un gran museo como El Prado, ante la mirada atónita de un crítico visitante?
A pintar se aprende pintando, cierta habilidad con el pincel y los trazos se dispersan por el lienzo dejando volar tu imaginación . Hay quien ve en él lo que ni siquiera el pintor quiso pintar ,¡ ese es tu cuadro! el que te permite ver aquello que no ven los demás .
No hay comentarios:
Publicar un comentario